En la Verkehrsakademie Münsterland (VAM), unos 150 jóvenes obtienen al año un permiso de conducir de clase CE o C, es decir, el que les autoriza a circular con camiones pesados con o sin remolque. «No podemos quejarnos de la falta de afluencia», declara Daniel Autmaring, profesor e hijo del jefe. Sin embargo, el joven de 27 años es consciente de que, si se toma como baremo la necesidad de profesionales en el sector del transporte, deberían ser más los jóvenes que aprobaran. En efecto, existe la amenaza de una falta de conductores. Este es otro motivo por el que la autoescuela apuesta por el Actros.

Autmaring y sus colegas están plenamente convencidos: el modelo top de Mercedes‑Benz Trucks ofrece – precisamente como vehículo de formación – un enorme potencial a la hora de enganchar a los jóvenes para hacer carrera al volante y contrarrestar así la falta de conductores. De hecho, el Actros lleva a bordo la tecnología más moderna que se puede tener actualmente en un camión. Por ejemplo, la MirrorCam, que sustituye a los retrovisores. O el Active Drive Assist, que es la puerta de entrada a la conducción automatizada. También está el control inteligente del cambio y el limitador automático Predictive Powertrain Control.

En VAM, los expertos profesores procuran que los alumnos se familiaricen desde el principio con estos sistemas de asistencia. «Una vez que los principiantes los descubren por primera vez, lo habitual es que se sientan entusiasmados y perciban rápido las ventajas», afirma Daniel Autmaring. «En especial la generación más joven, mayoritariamente afines a la tecnología, prueban los sistemas de asistencia con entusiasmo y se sienten muy a gusto desde el principio en el puesto del conductor remodelado del Actros con sus dos pantallas».

La autoescuela utiliza un Actros 2545, el primer ejemplar equipado para uso formativo. Este equipamiento consiste en un asiento central adicional, por una parte. El instructor puede ocuparlo sobre todo en las primeras clases para estar así cerca del alumno y explicarle por ejemplo el funcionamiento de las pantallas en los pilares A, donde se pueden ver las imágenes de la MirrorCam. Además, en la zona de los pies delante de los asientos central y delantero hay instalada una pedalería que le permite al profesor entrar en acción para corregir al alumno. Según lo que se necesite, el camión pintado en negro se configura como tren articulado o como vehículo independiente.

«Para nosotros también es importante que un camión se utilice en el mayor número posible de empresas de las que provienen los alumnos. Y pronto nos quedó claro que ese va a ser exactamente el caso del Actros», afirma Philipp Stegemann, director comercial de la empresa de Ibbenbüren. Pero la amplia penetración en el mercado no es el único motivo para que VAM utilice exclusivamente los camiones de la estrella para sus actividades formativas. «Lo hacemos porque estamos convencidos de la tecnología, la fiabilidad y el funcionamiento de los vehículos». Actualmente, además del Actros, en su flota de vehículos de formación hay también un modelo anterior y un Atego.

Fundada en 2008, VAM mantiene un rumbo continuo de expansión y ya cuenta con 40 empleados. La empresa imparte clases en todas las categorías de vehículos, desde motocicletas ligeras hasta camiones pesados. «En cualquier caso, somos mucho más que una autoescuela», subraya Stegemann. Así, ofrecen también muchos cursos de reciclaje. El programa abarca desde cursos según la ley de cualificación de conductores profesionales de Alemania (BKrFQG) hasta cursos para convertirse en profesor de conducción y director de planificación de transportes, pasando por seminarios sobre retención de la carga y mercancías peligrosas.

Los aprox. 1.500 alumnos que se matriculan al año provienen tanto de grandes empresas de transportes con una enorme flota de camiones como de pymes del sector. Y no solo son de la región de Münsterland, tal como explica Philipp Stegemann. «Podemos usar espacios formativos reconocidos en toda Alemania y muchas veces también enviamos a nuestros instructores directamente a las empresas».

En sus seminarios, la empresa de Münsterland ya ha tenido alumnos provenientes de muy lejos, en una ocasión llegaron incluso desde Japón. Había que instruir a la delegación en el manejo de un vehículo especial que una empresa alemana había concedido sobre la base de un Axor. El camión de cuatro ejes con carrocería de cargador lateral se debía usar en el marco de un proyecto estatal para instalar módulos solares en laderas de montañas. «En aquella ocasión, nosotros mismos tuvimos que prepararnos primero a conciencia para poder enseñar luego a los japoneses», recuerda Daniel Autmaring el inusual proyecto.

También resulta inusual un tipo de colaboración completamente distinto: «Formamos conductores profesionales muchas veces por encargo de empresas de nuestra región a las que les falta la capacidad para ello», explica Autmaring. Los aprendices obtienen su permiso de conducir bajo la dirección de los instructores de VAM. A continuación, pasan a hacer rutas de suministro reales, por ejemplo con carga fraccionada a bordo. Al principio llevan un acompañante en el asiento del copiloto, y más tarde los jóvenes conductores realizan por sí solos sus tareas de transporte.

Las empresas cooperantes planifican estas rutas. Sin embargo, los vehículos con los que circulan los aprendices son propiedad de VAM. Para ello, los de Münsterland han complementado su empresa de formación y reciclaje con una pequeña empresa de transportes. Está claro que las empresas necesitan nuevos profesionales, así que pensaron… ¡manos a la obra! «Queremos formar a profesionales para el sector del transporte», afirma Autmaring. La flota de cuatro camiones también está compuesta exclusivamente por vehículos de Mercedes‑Benz. Podría ser cuestión de tiempo que también en ella se incluyera el primer Actros.