Ya sean niños pequeños o ancianos: con sus menús congelados de calidad máxima, apetito hace que cientos de miles de personas se sientan satisfechos y felices cada día. Actualmente, el buque insignia de su flota de camiones de reparto es el Atego.
¡Tenemos hambre!
«Nuestro calentador»: así describe Frank Schartmann el centro logístico (LogiZ). Pero ahora hace bastante frío en la alargada nave. Menos 24 grados, para ser exactos. Los cristales de las gafas se empañan al instante, y todos los que trabajan clasificando cajas pequeñas en las cintas transportadoras o los que transportan cajas de mayor tamaño a los muelles de carga con las transpaletas llevan ropa térmica. Y es que el LogiZ de apetito AG, en Rheine, donde se preparan los menús congelados para el transporte, la temperatura no va a subir.
«Desde aquí, suministramos a toda Alemania, Países Bajos y Austria», dice Frank Schartmann, responsable de Cockpit Distribution/Flota en la logística descentralizada de apetito. Muchos de los destinatarios son niños de guarderías y colegios, así como ancianos de residencias o en sus hogares. Para ello, apetito ofrece un total de 1.650 menús y componentes de menús en su negocio de sistemas. Por ejemplo, roulade de ternera en una deliciosa salsa con patatas cocidas y col lombarda, que fue el más popular entre los más ancianos. O lentejas vegetarianas, el favorito de los niños.
Trabajo pionero.
En ambos grupos de clientes, apetito ha realizado un trabajo pionero: en 1969, fue el primer proveedor del mercado en ofrecer comidas para niños. Dos años más tarde, el fundador Karl Düsterberg creó la «Comida sobre Ruedas» junto a la Cruz Roja alemana. En la actualidad, la empresa sigue siendo propiedad de la familia fundadora. apetito AG es líder en el mercado alemán del sector «Kids & Schools». El grupo de empresas completo, al que también pertenece la marca de pescado y marisco congelado COSTA y una empresa de catering, alcanzó un volumen de ventas de más de mil millones de euros incluso en la crisis del año 2020.
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años han pasado desde que el fundador de apetito, Karl Düsterberg, tuvo la idea de proveer platos completos congelados. Antes, se dedicaba a la venta de frutas y verduras.
Una buena parte del éxito de apetito AG se debe a la flota de camiones propia empleada a nivel nacional. Pese a que recurren a transportistas externos para llevar la mercancía desde el frío LogiZ hasta dos docenas de ubicaciones descentralizadas, el transporte desde estas hasta los clientes se realiza generalmente con camiones propios, así como con conductores y conductoras de la empresa. «Se trata de un aspecto importante para nosotros, pues queremos encontrarnos personalmente con nuestros clientes, valoramos el contacto directo», dice Frank Schartmann. «Realizamos entregas gratuitas hasta el lugar de uso. Esto quiere decir que, a menudo, desplazamos los contenedores sobre ruedas hasta la cocina de las guarderías y los colegios o transportamos los menús hasta la cámara refrigerada del cliente. Por ese motivo, nuestros conductores son amables y cuentan con una buena formación». Desde hace años, la propia empresa ofrece formaciones, y actualmente hay ocho conductores en prácticas.
15 estaciones al día.
«apetito ha apostado siempre por la calidad y la sostenibilidad, por eso, Mercedes‑Benz es nuestro socio fiable desde la creación de la empresa», dice Heiko Schreck, responsable de Strategie Distribution y encargado, entre otras cosas, de la gestión de vehículos. La microdistribución con camiones se organiza principalmente a nivel interno. «Nuestros camiones de entre 12 y 18 toneladas llevan el logotipo corporativo en la caja frigorífica. Actualmente, cerca de un 90 por ciento de los 100 camiones son de nuestro socio Mercedes‑Benz, y prácticamente son todos Atego». Todos los vehículos llevan a bordo una serie de sistemas de asistencia a la conducción y seguridad. En el caso de los camiones con matriculación posterior a 2019, los mantenimientos y las reparaciones se controlan a través de la Mercedes ServiceCard. Cada camión recorre una media de 220 kilómetros al día y realiza entregas en unas 15 estaciones. Muchos clientes reciben pedidos semanalmente, y algunos a diario.
«Realizamos entregas gratuitas hasta el lugar de uso y a menudo desplazamos los contenedores sobre ruedas hasta la cocina de guarderías y colegios. Por ese motivo, nuestros conductores son amables y cuentan con una buena formación.»
Para apetito, la calidad es primordial, algo que se aplica a todas las áreas de la empresa. Al fin y al cabo, lo más importante es el menú. Ya sea fricasé, roulade o platos vegetarianos como el curry de boniato: los menús son elaborados por la propia empresa y lanzados al mercado. Esto incluye también determinar el tipo de presentación y el porcionado, así como la preparación en las instalaciones del cliente. Todo ello se agrupa bajo el término «solución de alimentación».
¡Ahora hay que darse prisa!
El cocinado sigue el método «cook and freeze», y también se realiza en las instalaciones empresariales de 200.000 metros cuadrados. Como lugar de almacenamiento intermedio para los menús e ingredientes se emplea un edificio imponente y distintivo. El almacén automatizado «TK‑Lager 08» ofrece espacio para unos 18.000 palets, también a más de 20 grados bajo cero. «De media, mantenemos existencias para 40 días», dice Frank Schartmann, responsable de Cockpit Distribution/Flota. A veces, también se almacenan aquí materias primas, que suelen proceder de un proveedor que opera su sede a 500 metros de aquí.
La mayoría de clientes encargan sus menús online, pero algunos también por teléfono. Cuando llega el turno de un pedido, la mercancía llega al LogiZ directamente desde el almacén frigorífico. A la velocidad del rayo, pasa por las diligentes manos de los empleados con ropa térmica y atraviesa una compuerta térmica hasta la caja de carga de un Atego con superestructura frigorífica.
Después, los conductores deben ponerse en camino, gran cantidad de niños y ancianos esperan su rico almuerzo.
Fotos: Christian Schmid, apetito