Netto Marken‑Discount prueba el eActros en tráfico de reparto pesado de logística de alimentos. Este año, el camión va a pasar a producción en serie.
Las 24 horas del día.
Thomas Duggen se pone la chaqueta y entra en el centro de logística de Netto en Henstedt-Ulzburg, junto a Hamburgo. Una brisa fresca le recibe: la temperatura de los alimentos almacenados se regula hacia abajo. En la nave, los palets ya están listos. Se entregan con un eActros. «Utilizamos el vehículo de pruebas en el tráfico de reparto pesado», explica el director de flota del centro logístico de Netto de Henstedt-Ulzburg, y saluda a la conductora Anna Liszka en la rampa. Liszka es una de las cuatro conductoras de pruebas del equipo de Duggen. Se coloca los guantes, agarra una carretilla y se dispone a cargar.
Hasta cuatro viajes diarios para el eActros.
En una semana, la conductora suministra de media a doce filiales de Netto. Es un recorrido de unos 800 kilómetros por el norte de Alemania. «Cada día es distinto», cuenta Anna, señalando su bordero brevemente. En él puede ver qué suministro y qué camiones tiene asignados.
La logística de Netto no descansa. «El eActros se utiliza prácticamente 24 horas al día», cuenta Duggen, que planifica el camión eléctrico para hasta cuatro viajes al día.
800
km realiza Anna Liszka en una semana.
Anna Liszka, que hoy va a hacer su turno con el eActros, acaba de meter el último palet en la caja refrigerada y ahora se ocupa de la fijación de la carga. Mientras, el camión está conectado a la estación de carga de las baterías. Esta estación del centro logístico de Netto de Henstedt-Ulzburg tiene una potencia de carga de hasta 80 kilovatios. Un diodo luminoso verde parpadea en silencio. «Aprovechamos los tiempos de descanso y de carga de mercancías para los procesos de carga de la batería», explica la conductora. Justo antes de empezar el viaje, desconecta el camión del cargador. Esto permite usar el eActros de la manera más eficiente posible.
«Aprovechamos los tiempos de descanso y de carga de mercancías para los procesos de carga de la batería.»
«En conjunto, la sensación de conducción es muy agradable y silenciosa. Y hay que frenar menos. Cuando quito el pie del acelerador, el motor eléctrico frena automáticamente.»
El par da alegría.
Anna Liszka presenta otra característica del camión en el carril de aceleración de la A7 en dirección Hamburgo. Mira por el retrovisor exterior izquierdo y pisa ligeramente el pedal acelerador: la aguja del velocímetro sube muy deprisa hasta los 80 y Anna se incorpora a su carril. «Todo el par de los motores eléctricos está disponible en cualquier momento», cuenta la conductora, a la que se nota que le divierte la potencia.
El tramo de autopista es breve. Después de 20 kilómetros, Anna toma la salida que la llevará a la filial de Netto del norte de Hamburgo. En el tráfico urbano, avanza con rapidez. Al arrancar, el camión se pone en marcha con sorprendente facilidad. Con cuidado, deja que el eActros ruede por el aparcamiento de la filial hasta la rampa.
Una breve charla con los compañeros, descargar y de camino a la siguiente tienda. Ahora, en dirección al centro. «A ver lo que me espera», dice sonriendo, y se quita los guantes de trabajo. «Cada día es distinto».
Fotos: Sebastian Vollmert
Vídeo: Alexander Tempel