212 toneladas, 8 kilómetros, 5 km/h. El último tramo corto de un transporte de carga pesada es muchas veces el más difícil. Por suerte, la empresa sueca Jinert puede confiar para ello en sus Actros de hasta 250 toneladas.
Un gigante en marcha silenciosa.
Para el recorrido desde Gröndal a Bredäng hizo falta medio año de planificación. La pregunta decisiva: ¿dónde descargar los transformadores fabricados en Italia que llegan en barco a Estocolmo? Pues en una ciudad rodeada de agua y puertos, parece tarea sencilla. Pero nada de eso. En busca de una ruta que ofreciera espacio suficiente para el transporte de 212 toneladas con 5,50 metros de altura libre se examinó al detalle cada puerto, cada muelle y cada atracadero.
Por fin, la elección recayó en Västerås. Aquí se pudo elevar la carga desde el barco a la grúa flotante de Lodbrok y a través del lago Mälar remolcarse al barrio de Gröndal en Estocolmo. Desde allí debía llegar por carretera hasta Bredäng. Había que asegurarse de si las construcciones subterráneas, los puentes y demás serían capaces de soportar el transporte.
«El Mercedes es el primer vehículo que tuve; siemplemente, es fantástico.»
Desde el inicio del transporte en Gröndal, la «división de carga pesada» de Jinert está preparada. Jinerts, de Hässleholm, es una de las mayores empresas de grúas de Suecia, y se ha especializado también en transportes complejos, pesados y de grandes dimensiones.
El tránsito desde Gröndal hasta la subestación eléctrica de Bredäng pasa por zonas residenciales. Hubo que retirar las señales de tráfico para dejar vía libre a la marcha. En el recorrido de ocho kilómetros de longitud fue necesario tender un total de 90 chapas para reforzar la calzada.
14 ejes, 30 metros de longitud.
Para distribuir el peso con el mayor cuidado posible, el transformador se transporta en un remolque te 14 ejes. El conjunto completo tiene en total casi 30 metros de longitud. Para esta misión en Estocolmo, Jinert utiliza dos Actros de hasta 250 toneladas. Uno de ellos va a transportar directamente la enorme carga hasta su destino. El vehículo está equipado con cuatro ejes, turboembrague-retardador y un sistema de refrigeración en la parte trasera. «Llevo 26 años conduciendo camiones y desde hace 14 hago transportes especiales. El Mercedes es el mejor vehículo que he tenido nunca: es simplemente fantástico», afirma el conductor Jörgen Frykholm.
«En realidad, un Actros lo logra solo sin problemas, pero, en este tipo de proyectos, siempre es bueno contar con márgenes de maniobra amplios.»
Luc Pagès, de la administración municipal, participó en los cálculos del recorrido. Parece tranquilo: todo está calculado y revisado hasta la saciedad. Con tono escueto, indica: «Hay que dar un poco más hacia atrás, el muelle está detrás y no está construido para este tipo de cargas». La grúa eleva entonces el transformador y lo conduce por encima de la valla de madera hasta el remolque. Cuando al final se deposita en su sitio, los observadores prorrumpen en una gran ovación. Junto a la carretera se han congregado un centenar de curiosos. Una hora más tarde, la carga está asegurada y el conjunto empieza a rodar. La marcha avanza lenta por el barrio, aún dormido.
Junto al lago de Trekanten, la carretera se empina por debajo de la circunvalación de Essingeleden. Una lanza conecta la cabeza tractora con otro Actros de cuatro ejes, lo que permite contar con el doble de potencia en la pendiente.
El recorrido se ha realizado con éxito. El transformador se descarga y Jörgen ya piensa en descansar en una cama bien caliente. En breve, el segundo de los tres transformadores recorrerá el mismo camino.
Fotos: Johann Marklund
www.jinert.se