Las cabinas del Arocs convencen por su orientación práctica, su robustez y su resistencia. A primera vista. En cada uno de sus detalles.
Es suficiente con un vistazo para apreciar el hábitat natural del Arocs. Desde los peldaños con suspensión flexible, basculantes tanto en sentido transversal como longitudinal, hasta el pasamanos en el techo, todos los detalles responden a las exigencias del trabajo a pie de obra. Ello significa: la mayor funcionalidad posible con una robustez impresionante. Esto puede apreciarse en detalles como la moldura moleteada de los retrovisores exteriores 261 o la parrilla del radiador en estética estriada. También puede percibirse, por ejemplo, en la suspensión de la cabina de confort109, que alivia el trabajo del conductor bajo las condiciones duras de trabajo fuera del asfalto. Sin olvidar el parachoques de tres piezas con esquinas de acero. Las esquinas de acero protegen los faros contra daños.